"La dificultad no debe ser un motivo para desistir sino un estímulo para continuar"

Compra el disco de Paqui Sánchez

Disfruta de la música de Paqui Sánchez donde quieras y cuando quieras comprando su disco.

Puedes comprar el disco Óyelo bien de Paqui Sánchez Galbarro de forma segura y al mejor precio.

20 La brisa avisaba

La brisa avisaba La brisa, traía rumores extraños, que las margaritas, tomaron asombradas. La Rosa, pese a sus pocos años, dióse cuenta, quedando azorada. Los vientos, hablaban de luchas, y los gorriones periodistas, hablaron de sangre. El Pastito dijo:” ¿Quién los escucha?” y los alelíes, perdieron hasta el hambre. Las Portulacas, palidecieron sus estambres, y los duendes, se acercaron, para averiguar, ¿Qué cosa era, esa lucha de carne?, Que la brisa, traía, ¿sin Santiguar? Las aguas, de la tranquila laguna, se había alborotado, salpicando a los juncos. Los Nenúfares, abrieron sus flores a la luna, preguntándole, si del cielo, conocía el asunto. Interesados al despertar, los murciélagos, cubiertos por la noche, querían averiguar, el tema sangre, volando hasta el piélago, y de algún modo su hambre, poder saciar. El Hada, quien dormía tranquila, por la floresta inquieta, fue interrumpida. Supo, los cuentos de la brisa atrevida, y cargando su vara, al espacio, fue por la vida. Se encontró, con variadísimas aves, quienes, de certrería le hablaron. Pocas querían, a halcones como clave, y contaron de luchas, que en los aires se lanzaron. Era seguro, que Peucoalhué sería capaz, ordenado por el jefe de su escuadrón. Que por más que evitara ser rapaz, sabía que era un valiente y buen halcón El Hada voló, por rumbos posibles, buscando, entre infinitas aves, al halcón, amigo increíble, deteniéndose, ante una paloma suave. Apoyó su varita mágica, sobre la cabeza, y la mirada del ave, cambió de repente. Preguntó, si conocía a Peucoalhué, si temía su destreza… contestando inteligente, con la vara, en la frente. Así habló, diciendo que era el único halcón, que no atacaba, ni mataba. Enfrentado en lucha, con uno del escuadrón, defendió a palominas, de terror amontonadas. El hada le dijo, que Peucoalhué era bravo y hermoso halcón, pero no mataba, por asesino, solo atacaría, para defender, por Amor, porque aunque ave rapaz, ése era su destino. ¿Dónde está ahora?, preguntó otra vez, La palomina avisó: ¡”En el Hospital del Escuadrón Militar”! Sospechando , de heridas tal vez, el Hada, voló, con prisa e irlo a buscar. Frente a él, lo examinó con cuidado, percatando, que solo estaba adormilado. Vio una de sus patitas vendada, y su varita, apoyó sobre la herida ulcerada. Ante el alivio, Peucoalhué feliz despertó, alegrándose, al ver al Hada del Jardín. Sin evitar, su mirada preguntó, dónde estaba, su Rosa Carmín. El Hada, comprobó la normalidad, sonriente, del halcón, residente del vergel. ¡Vamos, Halcón, quien no fallaste en ser valiente!, orgullo, de la naturaleza, tu ejemplo ¡vamos a ofrecer! Cuando La Rosa, vio llegar al Hada con su amado, se iluminó, de rojo a, dorado. previo Carmín, que deseaba besar, siempre su amado, saltando su corazoncito… ¡En abrazo apretado! Renée Escape

Compartir en redes sociales

Esta página ha sido visitada 120 veces.